La nocheLa noche
Yo que he visto muchas cosas en el tiempo que he vivio, no sabia que la noche bajaba a bañarse al rio. Piel morena de esas tierras, de azúcar y cafetales, de azúcar y cafetales nunca vi tanta belleza desnuda en los matorrales. Metí los pies en el agua, me arremangue las enaguas, por no mojarme el vestio. Ni el casaito estaba, ni yo tenía mario.
Y comiéndome a besos la noche me iba fundiendo con la oscuriá, y allí se quedo dormio, con mis pechos de almohada y a la verita del rio.
Yo creía que la noche era oscura, triste y fría, me despertó y nos vestimos casi a las claras del día. Me fue contando mil cosas, de Cuba y de la Habana, de Cuba y de la Habana, y me regalo una rosa y le enseñé mi ventana. Yo de él me enamoraba, toas las tardes me llevaba a pasear por el río, y ni él casaito estaba, ni yo tenia marío.